viernes, 7 de junio de 2013

Experiencias del Taller de Operador de Calle 1: Leandro Maidana

Hace tiempo venia atravesando muchos interrogantes en mi vida, muchos cuestionamientos,  lleno de incertidumbre en su resolución y en la constante búsqueda de un camino que ni yo sabía donde empezaba y donde terminaba, cuestión que en ese andar me fui chocando con situaciones que no estaba preparado para afrontar o que en mi concepción no las tenía tan presentes de transitar. Es acá donde la vida fue una gran estratega y no por nada, pasa lo que pasa, gracias a Dios me puso ante mis ojos a una imagen cruda pero real. La realidad misma ente mis ojos. Llena de rostros, llena de historias, llena de falencias, llena de obstáculos y con un sistema tan propagador de una “receta” única que en teoría el resultado es el éxito. Éxito que me pregunto a cuesta de quienes no?

Es entonces cuando yo decido dar un giro de 360°a mi vida, dejar de hacer critica de sillón para pasar a ser un actor mas en escena, capaz de transformar, desde mi realidad cercana, lo que jodia tanto en mi interior…a todo ese planteo le puse una etiqueta, y lo llame compromiso. Me canse de ver las cosas mal, me canse de que me digan lo que tenía que hacer, como, y para qué hacerlo…ver como se trata de invisibilizar una realidad que nos está tirando de los pelos, realidad que necesita ser tratada como tal y que pide acción. Laburar en la calle no es fácil,ver personas tan vulneradas, tan expuestas, como si estuvieran en una vidriera, con sus derechos tan manoseados y olvidados. Ver a los pibes tratando de escapar de todo, con rostros de dolor, de indignación, de ayuda. Al pisar la calle te encontras de todo, creo que mi primera vez fue como encontrarme desnudo, solo, parado ahí ante un grupo de personas que en mi vida pensé estar dándole una mano, pero el cambio fue pensarme en su lugar, en un cambio de roles. ahí me di cuenta de lo injusto que es todo, porque yo tengo lo que tengo y ellos no… mi tarea es amplia y como joven que soy, quiero estar en todas, pero la realidad es que mas allá de mi buena voluntad, necesitaba más herramientas para poder llegar más profundo, con algo que me respalde , saber el cómo. Por eso todo paso a formar parte de una insistencia personal de querer buscar una metodología constante de cómo abordar situaciones que no había vivido antes y que estaba dispuesto a afrontar.


El taller de operador me vino bárbaro, taller que nos reunió como grupo, poniendo todas las fuerzas en la mesa, todas las ganas. Regalándonos encuentros llenos de historias y vivencias personales de cada voluntario que se sintió llamado a querer seguir empapándose de formas de intervención, y a sentirse comprendido y refugiado en cada uno de los que estuvimos allí. Cargando las energías suficientes para poder arremangarse y laburar en conjunto. Mirando siempre hacia el camino de la compañía, del estar presente, de propagar esta transformación multidimensional. Trabajando codo a codo, de vez en cuando con alguna lagrima que quiere salir ante la frustración de sentirse solo y con una mano en el hombro dándonos el empujoncito necesario para seguir.

Leandro Maidana

1 comentario:

  1. Hermoso... Estás hecho un trabajador social jajajaja. Grande Lean!!! ME encantó "realidad que nos está tirnado de los pelos"

    ResponderEliminar