martes, 21 de mayo de 2013

La mujer que está cambiando la educación del mundo


Se llama Wendy Kopp y creó Teach for America en los EEUU. Convoca a las mentes brillantes recién salidas de la universidad para enseñar por 2 años en escuelas carenciadas. Se replicó en 25 países incluida la Argentina. El debate sobre la sagrada tarea de enseñar
La mujer que está cambiando la educación del mundo
Wendy tenía un futuro profesional asegurado siendo graduada de la Universidad de Princeton en Estados Unidos con uno de los promedios más altos, allá por 1989. Sin embargo, había una idea que le rondaba hace un tiempo en la cabeza y pensó que era el momento de compartirla con sus compañeros de claustro.
Ella quería transformar las cosas. Les hizo una propuesta a su grupo de amigos “cerebritos” igual que ella:  ¿qué les parece por los próximos dos años dedicarnos a dar clases en escuelas carenciadas? ¿a niños que no hayan tenidos las mismas posibilidades que nosotros? Todos sus compañeros la miraron asombrados, algunos pensaron que estaba loca y a otros les entusiasmó la idea.
Ella no se quedó sólo con la reacción de los graduados de Princeton, e hizo extensiva la propuesta a otras universidades. Quería arrancar con 500 personas y terminó reclutando a fuerza de convencimiento a 2500. Así comenzó Teach for America que hoy conforma una activa red internacional que trabaja a través de 27 organizaciones independientes a lo largo de los 5 continentes con distintos contextos, compartiendo el desafío de brindar educación de calidad para que todos los chicos tengan la oportunidad de soñar y aspirar a mejores oportunidades de vida.
Los problemas de la educación son muy parecidos en todos los países, lo que significa que las soluciones pueden ser compartidas” , dice categórica Wendy Koppen una entrevista al periodista André Petry para la revista Veja.
La síntesis de la idea: reclutar a las mentes más brillantes de las universidades, recién graduados, para dar clases en las escuelas más pobres de los Estados Unidos por dos años, parece un sueño que Wendy se encargó de hacer realidad. Hoy, ella lidera una de las revoluciones educativas más fuertes de las últimas dos décadas en los EEUU. Y ahora replica su experiencia en otros 25 países. La red en América Latina se llamaEnseña! y el programa llegó a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
El modelo en mi cabeza surgió recordando una experiencia en mi época de estudiante: empleados de Wall Street venían a la puerta de la universidad para convencer a los estudiantes más brillantes de que trabajen por 2 años en el mercado financiero. Ellos creían que a nuestra generación sólo nos interesaba enriquecernos. Sin embargo yo sentía que el clima en las universidades era otro, estábamos tras la búsqueda de algo nuevo, transformador”, recuerda Wendy en la entrevista con Veja.
Cada país tiene sus particularidades con el sistema educativo. En los Estados Unidos, cuando comenzamos con Teach for America, en 1989, el primer paso fue colocar profesores de calidad en lugares donde no había ni siquiera profesores tradicionales.
La clave en Teach for all es el riguroso proceso de selección de los candidatos (graduados brillantes). Porque la idea no es sólo buscar profesores destacados en las diferentes disciplinas de la ciencia, sino también personas con capacidad de liderazgo, que puedan no sólo interpretar la realidad de los chicos, sino también transformarla.
Nuestro proceso es selectivo porque queremos jóvenes con capacidad de liderazgo excepcional dentro de un aula. En la educación hay algunos problemas globales: hay que re pensar qué es lo que no funciona bien entre las comunidades académicas, los Estados y gobiernos. Se gasta mucho dinero en capacitación, que luego no se corresponde con la calidad de los profesores que están al frente de las aulas. Así se expulsa a muchos chicos con talentos del sistema. Deberíamos exigirles a los profesores que sean enteramente responsables por los chicos que forman”, explica Koop en la entrevista con Petry en Los Angeles.
La mayoría de los profesores que ingresan a Teach for America o cualquiera de sus réplicas alrededor del mundo , es que luego de cumplidos los dos años de trabajo que exige el programa, entre el 60 y 70% de los graduados permanecen trabajando en el sistema educativo.
“La mayoría de los graduados queda trabajando dentro del sistema educativo; el logro es muy importante porque recordemos que la mayoría de los graduados no venía de ese mundo. Y es algo que ocurre en todos los países”.
En la India, en 2008 tuvimos 11 mil candidatos y el 70 % sigue relacionado a la educación. En los Estados Unidos, después de 20 años de trabajo 37 mil profesores pasaron por las aulas; y el 80% sigue relacionado a la educación. Hace 10 años estamos en Inglaterra y el éxito es enorme.
El caso de Enseñá por Argentina
Enseñá por Argentina es la rama argentina de Teach for America, aplicando el concepto fundacional de Kopp pero focalizando en las problemáticas y estadísticas locales. Y ya lleva dos años de un exitoso trabajo en el país. Enseñá por Argentina nació en Agosto de 2009 como la implementación local del programa Teach For America.
La problemática educacional siendo muy vasta en el caso argentino, tiene su urgencia más medular en el segmento medio: el secundario.
En la Argentina, los jóvenes entre 13 a 17 años, de nivel socioeconómico bajo tienen 8 veces más probabilidad de estar fuera del sistema educativo que sus pares de nivel socioeconómico alto. Y la tasa de abandono en el nivel secundario de escuelas estatales es un 73% más alta que en las escuelas privadas y la tasa de repitencia es un 186% más alta.
El "efecto" de estos números resulta que el principal problema educativo en Argentina es la calidad. 
En Argentina, el 99% de los niños se matricula en la primaria y casi todos la completan. Sin embargo, sólo el 80% de los jóvenes entran a la secundaria, el 12% repite al menos un grado en este nivel y apenas el 44% se gradúa.
En el 2009, Argentina gastó el 5.4% de su ingreso per cápita en educación. Esto la ubicó entre los cinco países latinoamericanos con el mayor gasto educativo. Sin embargo, en la evaluación de rendimiento académico estudiantil internacional del mismo año, Argentina clasificó entre los 15 peores sistemas educativos en lectura, ciencias y matemática entre 75 sistemas participantes.
De hecho, 1 de cada 2 alumnos argentinos se desempeñaron en los niveles más bajos de las tres materias. Y aún más preocupante es que Argentina tuvo la tercer brecha de aprendizaje más grande en el mundo.
En la última evaluación de desempeño nacional del 2010, cuatro de cada 10 alumnos pobres se desempeñaron en los niveles más bajos de desempeño.
“Comencé junto a un grupo de amigos la iniciativa “Enseñá por Argentina”, donde nuestra misión es transformar las aulas, el sistema educativo y la sociedad mediante la creación de un movimiento para mejorar la calidad de la educación en la Argentina. Todos los jóvenes deben tener la capacidad de tomar sus propias decisiones de vida; con igualdad de oportunidades y la capacidad de transformar la sociedad en la que viven” explicaOscar Ghillione, CEO y director de la Fundación Enseñá por Argentina.
El proceso de selección es muy riguroso, está abierto a todas las carreras, aunque la mayor demanda de las escuelas está centrada en las ciencias duras.
Enseñá por Argentina ofrece un programa de formación para jóvenes profesionales talentosos, aplicado a la enseñanza. El mismo consiste en dictar clases por dos años en escuelas secundarias en desventaja educativa. Se trata de un trabajo de tiempo completo y remunerado, con el fin de motivar a los alumnos a aprender, estimular el estudio y elevar su nivel de aprendizaje mejorando sus oportunidades de futuro.
Se busca a los jóvenes más destacados de diferentes universidades públicas y privadas, asegurándose un contacto directo con los posibles candidatos. De un total de 1.871 postulantes que se inscribieron en 2012, la ONG realizó una rigurosa selección, para detectar aquellos perfiles realmente afines y comprometidos con la causa.
Finalmente, asignó 31 profesionales a más de 40 escuelas, todas ubicadas en Capital Federal y GBA, llegando a más de 3.000 alumnos.
Tenemos que trabajar sin descanso por reducir la brecha de acceso a educación de calidad que perjudica a niños y jóvenes de contextos vulnerables para que en el 2050 esta reflexión no tenga más cabida.” agrega Ghillione.

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